El objetivo de la de la supervisión consiste en ayudar a los vendedores a trabajar de forma inteligente, haciendo las cosas correctas, de la manera correcta. El objetivo de la motivación consiste en animar a los vendedores para que trabajen duro y de forma enérgica para alcanzar las metas de la fuerza de ventas. Si los vendedores trabajan de forma inteligente y se esfuerzan, alcanzarán todo su potencial, en beneficio propio y de la empresa.
Las empresas varían en cuanto al grado de supervisión de sus vendedores. Muchas ayudan a sus vendedores a identificar a los clientes objetivos y definen reglas para las visitas. Unas pueden especificar los tiempos que tienen que dedicar a cada tarea. Las empresas siempre están buscando ahorra tiempo; simplificando el mantenimiento de los registros, encontrando mejores planes de rutas y visitas de venta, proporcionando más y mejor información al cliente y utilizando teléfonos, correos electrónicos, video conferencias, etc.
Muchas empresas han adoptado sistemas de automatización de la fuerza de ventas: operaciones computarizadas y digitalizadas de la fuerza de ventas que permiten que trabajen de manera más eficaz e cualquier momento y en cualquier parte. Las empresas ofrecen ahora de manera rutinaria a sus vendedores las tecnologías de la nueva era como computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, conexión inalámbrica a internet, etc. De esta manera el vendedor puede definir de forma mas eficaz los perfiles de sus compradores programar visitas, preparar presentaciones e informes. El resultado es una mejor gestión del tiempo un servicio de atención al cliente mejorado, menores costos de ventas y mayor desempeño de ellas.
Más allá de dirigir a los vendedores, los directores de ventas también tienen que motivarlos. Algunos vendedores trabajar al máximo rendimiento sin necesidad de ser urgidos por la dirección.
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